La celulitis se forma por una sobreproducción hormonal que hace que las células adiposas dejen de funcionar correctamente. Al no poder realizar su función de drenaje correctamente, estas células se inflaman, aumentan de tamaño y se vuelven rígidas, lo que interfieren con la circulación de líquidos.
En las mujeres, la celulitis suele localizarse en los muslos y las nalgas, en la parte superior de los brazos y la zona inferior del abdomen. En los varones es mucho menos frecuente, pero si aparece se localiza en la nuca, la zona inferior del abdomen y la parte superior de los brazos. No existe un origen reconocido de la celulitis sino un conjunto de factores que la predisponen.
Para eliminarla es necesario practicar ejercicio, llevar una dieta saludable y beber mucha agua. Los masajes con alguna crema anticelulítica ayuda a movilizar la grasa y hacer que los nódulos sean mas pequeños.
FACTORES DESENCADENANTES
Los factores que pueden desencadenar un proceso celulítico son, principalmente, los hormonales y otros factores predisponentes.

OTROS FACTORES
Los factores hereditarios predisponentes incluyen el sexo, la raza, biotipo. distribución del tejido graso y las características de los receptores hormonales sobre las células afectadas. La dieta es un factor también involucrado en el proceso patológico. La vida sedentaria contribuye en el agravamiento de este proceso a través de los siguientes mecanismos: disminución de la masa muscular con incremento de la masa grasa, incremento de la flacidez de los músculos y tendones y disminución de los mecanismos de bombeo muscular (desde las extremidades inferiores inhibiendo el retorno venosos y, por lo tanto, el incremento de la estasis venosa). Llevar ropa muy ajustada contribuye a la dificultad del retorno venoso como los tacones muy altos, que además provoca disfunciones musculares dañando los mecanismos de bombeo. Largos periodos en la misma posición también favorecen las estasis. El habito de fumar ocasiona alteraciones de la microcirculación y disminuye la oxigenación aumentando los radiales libres. El alcohol incrementa los síntomas.
El tratamiento de la celulitis debe afrontarse desde diferentes perspectivas, en función de las características propias de la persona afectada y del estadio en el que se encuentra esta afección. Si pensamos en el tratamiento global, debemos valorar la ingesta alimentaria, el tipo de vida y la utilización de los tratamientos físicos, mecánicos y tópicos.
En primer lugar, es conveniente revisar el tipo de alimentación que realiza el sujeto afectado intentando establecer un control en la ingestión de grasas y equilibrando el resto de los componentes de la dieta. la realización de algún tipo de actividad física programada actúa positivamente sobre el tejido fibroso afectado incrementando su resistencia. Actualmente, se utiliza un gran numero de métodos mecánicos y físicos para tratar y/o evitar la aparición de un proceso celulítico, tales como la iontoforesis, los ultrasonidos, la termoterapia, la presoterapia, la electro-lipoforesis y el drenaje linfático.
Mejorar y activar la circulación sanguínea es uno de los efectos que también se desea conseguir en los tratamientos anticelulíticos.
Finalmente, si nos centramos en los tratamientos de aplicación tópica, existe en el mercado un gran numero de productos diseñados específicamente para evitar su aparición y, en casos mas avanzados, para tratar este problema en función del estadio en que se encuentra.
Los activos mas significativos son la cafeína, teofilina y teobromina, encontrándose en cacao, té, café, nuez de cola, guaraná y mate.
En resumen, la celulitis es una enfermedad que puede afectar a un gran numero de personas. Debido a la diversidad de factores que pueden intervenir en su desarrollo, es conveniente revisar en cada caso que factores son los que presentan una mayor incidencia y como puede paliarse o evitarse en cada caso. No debemos olvidar que unos hábitos alimentarios apropiados y la actividad física
